Debo pedir disculpas a muchos de mis compañeros.
No me arrepiento del paso dado, pero no me siento contenta cuando veo lo que se ha generado en el CAMPYCO.
Debo pedir disculpas por la forma en que he dicho las cosas, no por lo que he dicho.
Os pido que aunque no queráis que siga hablando, entendáis que no puedo seguir callando. Respeto vuestra elección, y entiendo la de muchas, que no tienen más remedio que seguir “dentro del grupo” aunque en privado todas reconozcan que si bien es exagerada la forma en que se han dicho las cosas, no hay ninguna mentira.
Lo que sí he hecho mal, muy mal, y me arrepiento de ello, es haber hablado del CAMYPCO como si todo el mundo allí fuera una mala persona.
Y no es así.
Hay algunas personas, por desgracia no muchas, que son trabajadoras incansables y siempre dispuestas a hacer mejor la vida de nuestros niños, desde el puesto que ocupen.
Cuidadoras, educadoras y maestros, ordenanzas, camareras y camareros, enfermeras y otros profesionales de la salud, trabajadores en general de todos los niveles, que no se merecen en absoluto ser considerados de la misma forma que otros.
Sería una injusticia tan grande como la que se comete con muchos usuarios, si por las miserias de algunas, tuvieran que ser consideradas igual las demás.
Es cierto que no ha habido nunca alguien que se levantase y se enfrentase a todo el sistema, con sus trampas y trucos, con sus atajos y sus neglicencias.
Pero a nadie se le puede exigir o se puede esperar que sean héroes porque también tienen familia que mantener, y cualquiera sabe las consecuencias de un acto así.
Bastante tenemos que soportar como cuidadoras, que se nos hace pagar los errores de organización constantes, haciéndonos trabajar en cualquier momento incluidos nuestros días libres por la incompetencia de la gestión, que tan pronto olvida, sanciona, o satura de funciones a gente que no tiene la capacidad de estar en 3 sitios a la vez... y que no se te ocurra quejarte.
Es más, empeñarse en mantener en un puesto organizativo a personas que sus capacidades no les permiten hacer frente a las funciones que tendrían que cumplir, nos hace ser el costillar donde se descarga la ineptitud, incompetencia y negligencia... lo más fácil siempre es culpar a las cuidadoras.
A pesar de estar haciendo las funciones de cuidadora, también nos vemos forzadas a educar, curar, medicar, y atender en lo que serían funciones de otras. Hasta de psicólogas nos toca hacer, teniendo que inventarnos terapias para conseguir que los niños dejen de tener comportamientos que tienen que ser corregidos.
Y hacemos eso sin preparación alguna, sin formación como psicólogas, y como si fuéramos madres improvisadas de todos esos niños... porque la responsable de turno prefiere estar tranquilamente en su despacho.
Eso sí, que no se nos ocurra opinar o dar una idea, sobre como mejorar alguna de las cosas que se hacen con los niños, que no sólo se nos ladrará poniéndonos en nuestro lugar, sino que se ríen en nuestra cara por pretender hacer algo sin tener sus títulos.
Así, es el trabajo diario.
Un caos en el que somos el último mono, y que en un centro donde sus aulas que son supuestos lugares donde se educa a los residentes de por vida que allí están, no existe un proyecto educativo que seguir con los niños: las horas de aulas son simples teatros para justificar el tiempo que hay que tenerles ocupados.
No hay objetivos que alcanzar en sus vidas... sólo cubrir su tiempo, mientras estén allí.
No existe un seguimiento continuo del estado psíquico de cada niño, ni siquiera una atención individualizada para que no empeoren en su estado físico y psíquico. Y en el mejor de los casos esas atenciones, que se supone que son básicas, las reciben los 4 mismos niños.
Algunos no reciben ningún tipo de atención formal, ya que ni son casos de una urgencia llamativa, ni de los que por su mayor autonomía y libertad de movimientos se relacionan más con nosotras, ganándose nuestro afecto y preferencias.
Eso es el trabajo de las cuidadoras: el nuestro más el que no hacen los demás.
Tampoco sería justo hablar de las educadoras por igual, no todas son lo mismo, pero todas sufren las carencias de una gestión deficiente de su responsable, y aunque algunas llegan con grandes ilusiones e ideas para mejorar la vida de esos niños, la realidad es que acaban bloqueadas en una estructura que está hecha para que nada cambie... y acaban cambiando ellas, porque si no lo hacen, acabarían tan desquiciadas como dicen que yo estoy.
Cuidadoras y educadoras en especial si llegan con un sincero deseo de mejorar las vidas de quien es beneficiario de su trabajo, son el colectivo más dañado psicológicamente al verse frustradas y sometidas en un entorno que castiga cualquier intento de cambio... y hacer las cosas por y para los niños, sería un cambio que no están dispuestos a permitir.
Se vive mejor con un buen sueldo y pudiendo cumplir sin trabajar.
Es el chollo del CAMYPCO.
Debería tal vez haber usado nombres propios, haber dicho qué cuidadora presiona a una víctima de violación para que se calle, que ordenanza ha acosado a base de preguntas sin testigos a “J” el día después de ser violada, qué educadora en una rabieta decide escribir en el libro de incidencias (un libro que contiene o debería contener información de todo lo que ocurre y es anormal) que ha visto como dos cuidadoras pegaban de bofetadas a uno de los usuarios... y podía ser verdad, pero su afán no era el de ayudar al niño, sino el de provocar un problema.
Y también podría haber usado nombres propios para algunas cuidadoras que van más allá de su labor esforzándose en que haya algún usuario que reciba cuidados útiles de verdad, educadoras que realmente entienden que somos quien estamos más con los niños y que deberíamos ser un equipo trabajando unidas para su bienestar, trabajadores que no paran ni un momento y que cuando se relacionan con algún niño lo hacen con todo el respeto y todo el cariño del mundo.
Eso también es cierto.
Tan cierto como todo lo que hasta hoy he dicho.
Tal vez debía haber usado nombres propios, pero sigo teniendo claro que el objetivo de que yo hable, no es purgar mi culpa, no es causar daño como están diciendo mis compañeras que escriben comentarios, no es saldar ninguna cuenta con nadie.
El objetivo es que los usuarios recuperen la voz que se les niega.
Que sus tutores y familias sepan la verdad de lo que ocurre.
Que los responsables del centro a todos los niveles actúen de una vez sobre todas las carencias que hay, algunas más graves que otras, y se den cuenta de que no vale con apartar a estas personas de la sociedad y sacarles al cine una vez al año...
Y en especial, sí, que esa víctima que es “J”, no tenga que seguir viviendo bajo el mismo techo que su violador cobra por cuidar.
Aparte de este error, por el que os pido disculpas, las comentarios de algunas personas negando todo, o llamándome loca son sólo un impulso que me dan.
Desde dentro veo como la gran preocupación que mis declaraciones están causando, es que lleguen a conocerse públicamente... pero veo como más allá de esa preocupación no hay más remedio que admitir que no hay mentiras, que lo que aquí se dice es cierto.
Algunos me increpan diciéndome que me vaya ante el Juez a declarar.
¿No sabéis leer? El juez ha tenido que dejar el caso por falta de pruebas.
¿Y me pedís pruebas?
¿Cuáles queréis? ¿Las que se destruyeron en la violación de “J”?
¿O las que nunca existen porque se ponen cámaras de grabación mirando hacia fuera en lugar de hacia dentro?
¿Ahora os preocupáis de que no se ensucie la imagen del centro y las trabajadoras?
¿Y por qué no apoyáis que se instalen cámaras grabando TODAS LAS INSTALACIONES?
Así nadie podría decir “tantas mentiras” como yo he contado.
Se podría ver que el trabajo que se hace con los niños es ejemplar, lleno de amor y cuidado, de afecto, volcándose con todos ellos...
Se podría ver que no hubo nadie bebiendo alcohol mientras se violaba a una niña...
Pero no.
OS NEGÁIS A QUE SE INSTALEN CÁMARAS, HABLANDO DE LA INTIMIDAD DE NIÑOS Y TRABAJADORES, PARA PODER SEGUIR COBRANDO POR NO HACER NADA... O POR DISPONER DE MUCHAS NIÑAS QUE SON MUDAS Y JAMÁS PODRÁN CONTAR NADA... O PODER ENVIAR A LOS NIÑOS A HACEROS RECADOS Y DE PASO REIROS CON LA NOTA INSULTANTE QUE LLEVAN CON VUESTRO ENCARGO...
Demostrad que estáis de verdad luchando por los niños!!
Demostrad que no tenéis nada que ocultar!!
Me ha hecho reír en un par de ocasiones que se hable de denunciarme, por contar lo que aquí cuento... y sin embargo nadie piense en COMPROBAR SI LO QUE DIGO ES CIERTO.... ¿¿¿Cómo es eso???
A todos vosotros, que habéis hecho piña mostrando una familia feliz (supongo que el viernes día 19, cuando vengan los padres y familiares de los niños y niñas del centro, mostraréis todo el amor que algunas y algunos les dais cuando nadie os ve... ¿verdad?) y me habéis acusado de estar loca y de necesitar tratamiento psicológico (gracias, pero ya lo tengo, por trabajar allí y ser como vosotras), me gustaría ver como demostráis que estos ejemplos son falsos... ahí os los dejo:
1º En el CAMPYCO de Béjar, existe una constante VENTA DE BEBIDAS ALCOHOLICAS, que es un hecho por todos conocidos, y no sólo beben los trabajadores, sino que los niños también acceden en muchas ocasiones a ese alcohol.
2º La higiene de los niños es vergonzosa, y TODOS LOS DÍAS, cuando el TURNO DE MAÑANA llega, o cuando LAS ENFERMERAS han de pinchar o dar algún tratamiento a esa hora, ES DE VERGÜENZA VER COMO HAN PASADO LA NOCHE CON SUS ORINES Y HECES REBOZANDOLES EL CUERPO Y LAS ROPAS. Luego se les ducha, sí, y durante el día nadie ve algo así. Pero les llevamos a las duchas completamente llenos de mierda y apestando, preguntando por qué en el turno de noche no se ha atendido algo así.
3º En el libro de incidencias, como ya he contado, hace pocas semanas, una educadora DEJO REPORTADO EN EL LIBRO DE INCIDENCIAS COMO HABÍA VISTO A DOS CUIDADORAS DANDO DE BOFETADAS A UN NIÑO DEL CENTRO.
Como dicho libro no puede ser alterado y es un documento oficial, se le pidieron explicaciones y que diera los nombres. EXTRAÑAMENTE, esa educadora que había presenciado como dos personas abofeteaban a un niño, HABIA OLVIDADO EN MENOS DE UN DIA QUIENES ERAN LAS QUE COMETÍAN LA AGRESION. Y aquí no ha pasado nada, todo queda en casa.
4º Aunque es un centro público, donde el tabaco está prohibido en todo el recinto, hay más de un usuario que tiene que ser vigilado de cerca para que no se vaya a buscar colillas de cigarrillos a los sitios donde se fuma, en el propio centro. Entiendo que fumar, en un lugar adecuado para ello, no causa daño a nadie.
Pero que haya un usuario, DE NOMBRE MOISES (id comprobando...), que resulta necesitar de las colillas para estar más tranquilo... Y SE COME LOS RESTOS DE CUALQUIER COLILLA QUE ENCUENTRA.
Así que, la mejor forma de tener una mañana tranquila, sin las molestias que puede causarnos si no recibe su dosis de COLILLAS MASTICADAS (del suelo, manchadas de orín, de tierra, da igual...), podemos tener cierta tendencia al despiste... y en cualquier momento resulta que no nos damos cuenta si MOISES SE HA ESCAPADO...A COGER COLILLAS...
Y claro... ¿dónde andará MOISES? Uyyy, este chico, mira que es travieso... que andará jugando por ahí... a ver donde se puede haber metido...
Pero claro, si continuamente se escapa de la zona de aulas, donde está bajo el cuidado de las educadoras porque está en el momento que durante el día tiene para recibir las bondades de su proyecto educativo... si se escapa como lo haría un niño de su guardería... ¿cómo se le va a impedir en momentos con mucho menos control sobre los niños?
No pasa nada... así estará mas relajado, con su chicle de colillas húmedas de orín.
Como soy una chiflada, pues aquí tenéis unas cuantas cosas que podréis comprobar... para ver si es que me invento la realidad que veo, y esto es un culebrón que yo me he montado en mi cabeza.
Éstas son algunas de las cosas que resultaría fácil comprobar, a cualquier persona, preguntando en privado a los trabajadores o a los propios niños.
Que tenga que escuchar que me quieren denunciar, para cerrar la página, pero no vea el menor gesto para denunciar todas las aberraciones que se cometen con estos niños... no tiene perdón.
¿Os preocupa la imagen que ahora se tendrá de vosotras?
Pedid cámaras que graben todas las actividades... y nadie podrá decir nada que no sea “de vuestro agrado”.
O al final, como me dice una persona de las que me escriben contándome más cosas por email, tendré que ser yo la que lleve una cámara oculta y saque la verdad en imágenes de ese centro.
Una vez más, pido perdón a las trabajadoras que NO SON MISERABLES (como yo también lo he sido, y me duele, no sabéis como me duele).
Perdonadme, no todas sois iguales, eso es verdad.
Pero también, vosotras que no sois como nosotras, como las que si son responsables de el trato vejatorio y humillante, sabéis que lo que aquí se dice es cierto.
Y vuestro silencio, no es algo de lo que podáis estar orgullosas.
domingo, 14 de diciembre de 2008
COMPROBAD ESTOS HECHOS. No todas las trabajadoras son iguales... es verdad.
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3 comentarios:
Y de entre tantos trabajadores como dices que sois: ¿no hay nadie más que tú que vea todas esas historias? Es muy estraño que tanta gente como dices oculte toda esa mierda que cuentas.
nosotras somos trabajadoras de otra CAMP, queriamos preguntar si te has parado a pensar las consecuencias que pueden tener todas estas declaraciones, y si son ciertas porque no te molestas en denunciarlas dando las famosas pruebas en vez de hacerlo publico en un medio como este, al que puede acceder cualquiera y hacerse una idea ams que equivocada.
No sirve de nada que te disculpas con las compañeras que como tu dices "son como tu" pues a ellas tampoco les hace ningun bien salir mencionadas en tu "denuncia".
Asiq eu si me permites un consejo, bajate de tu pedestal y no tires la piedra y luego escondas la mano y deja de ver tanto gran hermano que te veo muy obsesionada con las camaras, respecto a esto si tanto te interesa VER Y QUE TE VEAN, te recomiendo 1984 de George Orwell , y ves como seria uan sociedad monopolizada por las camaras , en la que noe xista intimidada alguahn ni para trabajadores ni usuarios, esa no es la solución!!!
Todo es cuestion de tener conciencia y profesionalidad no de sentirte VIGILADA para hacerlo bien.
Atentamente unas cuidadoras( buenas trabajadoras , muy contentas con su trabajo y respetuosas hacia los usuarios)
no se quien ha escrito el anterior comentario pero lo suscribo.Lo inteligente no es una denuncia anónima.La profesión va por dentro.Pero esta voz no es la única;aunque quiera presentarse como tal no dice toda la verdad,nada más que la verdad y toda la verdad.. de la dificultad del trabajo con personas en dependencia..aunque espero que un juez aclare el caso
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